martes, 11 de agosto de 2009

Mi artista preferido



Antes que nada partamos porque nunca me puse a pensar en quién es mi artista favorito, tal vez prefiero la abstracción y el surrealismo... Pero desde que ingresé a la facultad hay un dibujante que me interesa demaciado, Lisandro Demarchi, no he podido encontrar demaciada información hacerca de él. Nació en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 8 de abril de 1977. De formación artística autodidacta, aprendió observando y estudiando los trabajos de los grandes maestros de la ilustración y la historieta mundial. "Entre los artistas a los que admiro puedo nombrar entre los ilustradores a Carlos Nine. Ya desde mi infancia me fascinaban sus historietas y portadas en la primera revista Humi y un poco después en Fierro. También de cuando era chico tengo grabadas las imágenes hipnóticas, violentas y ‘desprolijas’ de un libro infantil muy extraño realizado, supongo, por algún ucraniano o checo, todavía hoy no he podido averiguar quién era. Otros ilustradores que me gustan son Dave McKean y Luis Scafati." Entre los humoristas gráficos e historietistas, Demarchi destaca entre sus gustos a Quino (con sus chistes de una página), Copi, Viuti, George Herriman (creador de Krazy Cat), Winsor McCay (autor de Little Nemo), Chris Ware y José Muñoz, entre otros, y agrega: "también influyeron en mi trabajo —a veces de forma evidente, otras no tanto— Arcimboldo, El Bosco, los firuletes de los libros iluminados, Klimt, la pintura china, los grabados japoneses, las caricaturas de El Mosquito, los dibujos de las viejas estampillas, las ilustraciones berretas de diccionarios y enciclopedias, entre otras cosas."
Durante los años ‘90, realizó historietas que fueron publicadas en revistas independientes y, al mismo tiempo, participó en la realización de numerosos cortometrajes en video, desempeñando diferentes funciones: director de fotografía, animador, editor y productor.
Participó en exposiciones en Brasil, Italia, Corea y China, y fue seleccionado para ser publicado en diversos catálogos internacionales: 3er. Festival Internacional de Humor e Quadrinhos (Recife, Brasil, 2001); Daejeon International Cartoon Contest (Mención de Honor, Seúl, Corea, 2003) y 12º Festival de Desenho para Imprensa (Porto Alegre, Brasil, 2004).
En la actualidad, Demarchi colabora regularmente en la revista española Monográfico, y está preparando un libro con sus dibujos e ilustraciones.

Su manera de trabajar:

Actualmente (ya que esto cambia continuamente), comienzo a llenar la hoja de chirimbolos más o menos abstractos realizados con un portaminas 0,5 al que, por mi obsesión por las líneas extra finas, le afilo aún más la punta con una trincheta. En algún momento comienza a formarse algo, aparece una cara, una mano, etc. Es en ese momento cuando busco la idea (o "chiste") que me sugiere esa imagen y oriento los próximos trazos a remarcarla. Cuando el dibujo está terminado a lápiz (boceto hasta el más mínimo detalle), con una goma de caucho limpio el grafito hasta volverlo apenas visible. Luego repaso las líneas con pluma y tinta china, modifico algunas formas y texturas, a veces hago capas de líneas negras y, sobre ellas, líneas con tinta blanca que a su vez son vueltas a tramar con tinta negra. Al final del entintado queda muy poco del dibujo original en lápiz. Para los dibujos a color uso tintas aguadas con pincel o coloreo directamente en la PC utilizando colores planos, como si fueran diferentes planchas de grabado. No me gustan mucho los efectos (sombreados, aerógrafo y demás herramientas) de los programas de retoque digital.
Si tuviera que decir por qué me gusta Lisandro Demarchi, solo diría que por la espontaneidad de sus trabajos, de esas formas que van surgiendo con una terrible imaginación. Sus trabajos requieren observacìón para descubrir esas formas que a veces parecen ocultas, y eso es lo que me gusta, observar!

lunes, 10 de agosto de 2009

ADER: fondos mineros???

¿Quién es Minera La Alumbrera?

La compañía Minera Alumbrera Ltd. explota el yacimiento minero Bajo de la Alumbrera que se encuentra en la provincia de Catamarca, en el departamento de Belén, a unos 150 km. al noroeste de la ciudad de Andalgalá.

Los derechos de propiedad de la mina están en manos de la empresa estatal Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD), integrado por la provincia de Catamarca (en un 60%), la Universidad Nacional de Tucumán y el Estado Nacional.

Para su explotación se conformó una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre YMAD y la firma Minera Alumbrera Limited. Alumbrera Ltd. a su vez está conformada por tres empresas privadas: la suiza Xstrata (50%), y las canadienses Goldcorp Inc. (37.5%) y Northern Orion Resources Inc. (12,5%).

En la sociedad figura la estatal YMAD, administrando las 34.400 hectáreas de la reserva nacional Farallón Negro. En 1992, la canadiense Musto Ltd ganó por la licitación del yacimiento pagando apenas 5 millones de dólares, tomando control sobre la 5ª mina de oro y cobre del mundo. La mitad del oro de Bajo de la Alumbrera se encuentra totalmente puro. En el 2002, Minera Alumbrera declaró haber extraído 202.420 onzas de oro, 405.116 onzas de plata, y 50.976 toneladas de cobre. La producción anual aumentará a 200.000 toneladas de cobre y 700.000 onzas trío de oro, finalizando la explotación en 13 años. La empresa calcula extraer por lo menos 3.3 toneladas de cobre y 12 millones de onzas, como piso.

En 2009 una empresa cuenta con alrededor de 2.000 empleados (entre operarios, supervisores y personal del staff) de los cuales solamente unos 1.500 obreros están bajo convenio colectivo de trabajo, hay sólo 45 afiliados al gremio de los mineros. El 90% del personal es extranjero o nacido en otras provincias: del total de 2.000 empleados sólo 200 –o menos- son catamarqueños.

Para el emprendimiento, inclusive se expropiaron tierras y el ombudsman tucumano demandó a la empresa por la usurpación de reservas paleontológicas de Tafí del Valle, por las que pasa el tendido eléctrico del mineraloducto (1). Este caño de 320 kilómetros de extensión que va desde el yacimiento hasta la provincia de Tucumán , sirve a Minera La Alumbrera para transportar un concentrado de mineral triturado, mezclado con agua y sustancias tóxicas. Antes de embarcarlo en los 150 vagones ferroviarios de la empresa , la mezcla es deshidratada para transportarla hasta el privado Puerto Alumbrera, en San Lorenzo, Rosario. De allí parte al extranjero el mineral en bruto para ser procesado y refinado.

Minera Alumbrera LTD figura entre la empresas más exportadoras del país, en un ranking donde las diez principales, lideradas por Repsol-YPF, no figura ninguna industria manufacturera. El control es cero.

Catamarca percibe un 2% de lo que declara la empresa que extrae de boca mina. Irrisorio si se compara con Perú, donde las mineras deben tributar el 12% de la extracción. Si un funcionario quiere penetrar esa fortaleza custodiada cuasi militarmente, debe avisar (o pedir permiso) con 48 horas de anticipación. La falta de control hace que la AFIP-Aduana se base en las planillas de simples declaraciones juradas presentadas por Minera Alumbrera, por lo que el Estado paga devoluciones o exenciones por algo que no controla. Teniendo en cuenta el primer pago de regalías, de noviembre de 1998, por 1.6 millones de dólares, en los próximos 20 años abonará alrededor de 135 millones de dólares, apenas el 0.00013% de las ganancias previstas para el 2017, que tienen un piso de 15.000 millones de dólares netos.

Hoy hay poblaciones en la zona de Belén y Santa María sin acceso al agua potable, ya que el mineraloducto traspasó tres napas de agua. Bajo de la Alumbrera es una suerte de paralelo a Irak, pero sin balas ni bombas. Una provincia desértica, casi sin otro recurso que el oro, y cuando se acabe, nada quedará.

En Tucumán, el agua contaminada del mineraloducto es arrojada al río sin el adecuado proceso previo. El ingeniero en Minas, Héctor Nieva, realizó un estudio que demostró que el dique de cola de Bajo de la Alumbrera presenta filtraciones de aguas ácidas que contaminan a los ríos Vis Vis y Amanao. El agua de la localidad de Los Baños, a 4 kilómetros de los dique de cola, registró la duplicación de la presencia de sulfato entre 1999 y 2000.

Derivaciones judiciales de la contaminación generada por Minera La Alumbrera

La provincia de Santiago del Estero denunció a la empresa por la contaminación de Río Hondo. El 30 de mayo de 2002, el Defensor del Pueblo santiagueño, Oscar Beltrán inspeccionó el río Salí-Dulce, constató la contaminación y pidió que se analice la planta de secado de Minera Alumbrera en Tucumán; y presentó un amparo judicial el 31 de mayo de 2002 contra la Tucumán y la Nación, «por el volcado de residuos industriales y efluentes cloacales de Tucumán, que afectan a los ríos que llevan sus aguas al Dique Frontal de Termas de Río Hondo», que aguas abajo afectan a Santa Fe y Córdoba. La primer causa es de 1995, cuando el señor feudal de Santiago del Estero, Carlos Juárez, se quejó ante el ex Defensor del Pueblo de la Nación, el Dr. Mairano, en denuncia penal asentada en el Juzgado Federal Nº 2 de San Miguel de Tucumán, Expediente Nº 708/97, y el expediente abierto por la fiscalía santiagueña Nº 3498/97, por la contaminación de Río Hondo, para que se cite a Minera Alumbrera. Gendarmería estudió en marzo de 2003 la cuenca del Salí, encontrando un nivel de cobre por litro de agua 100 veces superior al tolerable.
La Cámara Federal de Tucumán NºII emitió el 28 de mayo de 2008, una Resolución judicial disponiendo el procesamiento de Julian Rooney, en su calidad de Gerente Comercial y Legal y de Asuntos Corporativos y también Vicepresidente de Minera La Alumbrera Ltda., como presunto autor penalmente responsable del delito de contaminación peligrosa para la salud previsto y penado pro el Art. 55 de la Ley 24051”.

lunes, 3 de agosto de 2009

Marzo entre las cañas sigue lloviendo sobre ti...



Este objeto multiestilístico surge con la intención de que el espectador pueda experimentar o percibir a través de sus cinco sentidos la idea del Río Paraná que he logrado conformar luego de elegir un poema de Juan L. Ortiz. El poema que dará origen a este trabajo es “A prestes (Mi galgo)”


Has muerto, silencioso amigo mío, has muerto...
¿En qué prados profundos te hundiste para siempre cuando llovía
oscuramente?
- Marzo, anoche, apagaba la sed larga...

Tu cabeza, tras el último suspiro, quedó más fina aún en la línea
final.
Y era como si corrieras acostado un no sé qué fantástico que huía,
huía...

Silencioso amigo mío, viejo amigo mío, has muerto...
Cuántos minutos claros, cuántos momentos eternos, contigo,
compañero de mis mañanas cerca del agua, de mis atardeceres
flotantes...
en el dulce calor, en el viento de las hierbas, en los filos del frío,

en la luz que se despide como un infinito espíritu ya herido...



Silencioso amigo mío, viejo amigo mío, cómo nos entendíamos ...

Esta tarde hubiéramos salido a mirar los oros transparentes, casi

íntimos...

¿Qué veías allá, sobre las islas, cuando enhestabas las orejas?

¿Y te tocaba el blanco alado de la vela lejana?

Oh, los perfumes de las gramillas y de la tierra, qué ríos de éxtasis!

Y tu tensión cuando algo corría abajo...

Duro para mí, estúpido de mí, que te contenía sobre las traseras patas

sólo,
Vibrante en tu erguida esbeltez posada apenas...

Silencioso amigo mío, viejo amigo mío, compañero de mi labor...
Echado a mi lado, las horas lentas, alzabas de repente tus ojos
largos,
ay, llenos de signos sutilísimos, y a veces,
una tenue luz que venía no se sabe de dónde humedecía su
melancolía sesgada...
¿En qué secretas honduras sentías entonces mi mirada?



.................................................................................................



Larga fue tu enfermedad y tu latido profundo se hizo delgado, casi una

queja ya...

Oh, esta queja, oh, tu llamado débil, cuando sentías acaso que “la

sombra” venía

y requerías a tu lado las familiares presencias queridas...

Duro de mí, estúpido de mí, que a veces no prestaba suficiente atención

a tu llamado

ni lo entendía en su miedo de la rondante noche absoluta, de la

marea definitiva,

miedo de hundirte solo, sin la luz del “aura” amada junto a la ola

fatal,

tú, el de la adhesión plena, el de la estilizada cabecita beata sobre la

falda, sentados a la mesa

o leyendo yo sin haberte mullido el sueño fiel al lado de la silla...



Ay, oigo todavía tu llamado, tu llanto débil, impotente, de una

imploración seguida...
Las voces no estaban lejos pero las querías alrededor de ti contra el

silencio que llegaba...



Ay, oigo todavía tu llamado, tu súplica latida como desde una

medrosa pesadilla,

mientras mi corazón lo mismo que tus flancos, sangra, sangra, y

Marzo, entre las cañas, sigue lloviendo sobre ti...
(de La brisa perfumada, 1954)


Luego de leer varias veces el poema me fueron surgiendo muchísimas ideas de cómo encarar el trabajo, de la realización concreta del mismo, pero me resultó difícil elegir el concepto que trataría ya que es un poema que aborda conceptos amplios y abstractos, pero finalmente lo que deseo transmitir son los recuerdos que provocó en el personaje (Juan L. Ortiz) la muerte de su mascota amiga, recuerdos que son producto de una ya ausencia infinita.

Para ello confeccione una caja de madera que pinte de negro con la intención de generar la “caja negra” que registra, y guarda en ella hechos ocurridos, en este caso estos hechos ocurridos serian los recuerdos, recuerdos que únicamente forman parte de un pasado. Este cubo es de fácil acceso, tiene una tapa en su parte superior y dos puertas en sus laterales. Dentro del mismo se encuentra un nuevo objeto de vidrio que representa “los oros transparentes”que solían visitar el personaje del poema con su mascota. Este frasco se encuentra rodeado del lado exterior por el barro arcilloso y “pegajoso” propio del Río Paraná. Es en esta instancia donde el espectador puede intervenir a través de su tacto teniendo la experiencia de tocar este barro. Además éste estará roseado con azúcar que representará de forma casi directa el agua dulce de este río. Es en este caso donde se hace referencia a la experiencia gustativa a través del azúcar.

Observando a través del vidrio notaremos que dentro hay agua que se ve oscura solo porque las paredes de la caja están pintadas de negro, es decir que el agua no tiene ningún tinte. En el fondo veremos algunas piedritas y unas tiras de nylon que simulan ser vegetales. Si nos acercamos y olemos el agua sentiremos un aroma que no hace referencia al olor del río sino más bien a flores o a hierbas a las que hace referencia en su poema Juan L. Ortiz. Con esta experiencia logramos hacer interferencia del olfato. En este pequeño “ecosistema” nos encontramos con lo principal del trabajo, aparece el personaje del poema inclinado sobre un cofre abierto, el que se encuentra vacío. El vacío del cofre representa la ausencia de su compañero, aquello que muchas veces solemos nombrar como el vacío que no es llenado con nada. Juan L. Ortiz experimenta la muerte de su mascota amiga como recuerdos tristes, como momentos que ya no existen ni volverán a existir. John Berger hace referencia de la muerte en sus escritos, y en uno de ellos 12 Tesis sobre la economía de los muertos, habla de los recuerdos que tiene no el vivo, si no de los recuerdos que se lleva quien muere en el punto n°8, “ La diferencia entre los muertos y los que no nacieron es que los muertos tienen ese recuerdo. (…).” Aquí Berger hace una referencia a los recuerdos, pero también habla de la memoria de los muertos, él dice ”su memoria de la vida” en el punto n°6, que no es mas que los recuerdos que ellos tienen de la vida que han experimentado.
En otra ocación, John Berger escribe sobre el drama palestino a través del recuerdo del poeta Mahmoud Darwish1, y describe el siguiente hecho: “Sucedió hace pocos días. Mi hijo Yves manejaba e íbamos hacia la ciudad de Cluses en los Alpes franceses. Había nevado. Las laderas de las colinas, los campos y los árboles estaban blancos, y la blancura de la primera nieve a menudo confunde a las aves, interfiriendo con su sentido de la distancia y la orientación. De pronto, un pájaro golpeó el parabrisas. Por el espejo retrovisor, Yves lo vio caer al costado del camino. Frenó y dio marcha atrás. Era un pájaro pequeño, un petirrojo. Atontado pero todavía con vida, abría y cerraba los ojos. Lo recogí de la nieve, lo sentí tibio en mi mano, muy tibio, los pájaros tienen la sangre a una temperatura más alta que la nuestra. Seguimos camino. De a ratos, yo lo revisaba. En media hora había muerto. Lo levanté para colocarlo en el asiento trasero del auto. Lo que me sorprendió fue su peso. Pesaba menos que cuando lo recogí de la nieve. Lo pasé de una mano a otra para asegurarme. Era como si la energía que tenía cuando estaba vivo, su lucha por la vida, lo hubiera hecho más pesado. Ahora era casi ingrávido. Tras sentarme sobre el pasto de la colina de Al Rabweh, ocurrió algo parecido. La muerte de Mahmoud había perdido su peso. Lo que quedaba eran sus palabras.”. De el mismo modo que Berger sostiene la muerte del poeta, la que pierde el peso dejando solo sus palabras, he tratado la muerte del galgo de Juan L. Ortiz, donde el galgo deja de luchar con su enfermedad y muere y deja en su dueño los recuerdos, como las palabras que deja Mahmoud.
1- Mahmoud Darwish: era considerado el poeta nacional y uno de los más célebres literatos árabes contemporáneos, nacido cerca de
Acre el 13 marzo de 1941 y fallecido en Houston (Estados Unidos) el 9 de agosto de 2008. En su trabajo, Palestina se convirtió en una metáfora de la pérdida del Edén, el nacimiento y la resurrección, así como la angustia por el despojo y el exhilio.
Volviendo a la caja, perfore su base en el centro para que salga luz por él, e ilumine lo que hay dentro de la esfera. Esta luz tiene una conexión eléctrica que se encuentra debajo de la caja en una caja más pequeña. De este modo quise reforzar el sentido de la vista, ya que con la luz apagada prácticamente no se ve lo que hay dentro, y una vez que la luz esta encendida observamos lo que allí hay.
Juan L. Ortiz nos cuenta que el galgo muere cuando llovía oscuramente, es por esto que el objeto tiene el sonido de la lluvia, donde participa nuestro último sentido, el de la audición. Esta música “música de vida”, fue elegida por la melancolía que transmite, y refuerza además lo que deseo transmitir.

Para ir concluyendo destacaré que Juan L. Ortiz se encuentra sumergido en el agua ya que su relación de amistad con el galgo es relatada y relacionada constantemente por el autor con el río. Y con el cofre también sumergido trato de demostrar que los recuerdos han quedado en lo más profundo de lo que aparentemente ambos más querían, el río.